La paráfrasis a James Carville viene de ver un informe
aparentemente ‘naif’ con una gran carga de vileza por parte de ciertos ‘comunicadores
sociales’ que jamás han salido de las veredas de enlosado ni de las luces de un
estudio de TV que limitan, por cierto, su visión a lo inmediato. Me refiero al
programa pseudo-plural denominado “Intratables”, a su conductor (en este caso)
y a sus panelistas, cuando invitaron a Gustavo Cordera (el letrista más carismático
que tuvo “la Bersuit”) que llevó a Félix Díaz para que tuviera visibilidad. Más
aún de la que ya tiene su persona, no su pueblo.
La alianza simbiótica parasitaria que viene haciendo la
‘corpo’ mediática y el originario Félix Díaz contra el Estado administrado por un gobierno Nacional y Popular,
es de larga data y de una mezquindad horrorosa. “Según Díaz, el general Leopoldo Galtieri pretendió que los indígenas sean parte del
ejército. Su periodo en la colimba, fue una de las pocas ocasiones en donde no
sufrió ningún tipo de discriminación, siendo tratado como un conscripto más”, se
puede leer en Wikipedia…
En
el 2011 tuve la posibilidad de viajar seguido a Resistencia y alrededores.
Entonces pude compartir espacios e
intercambiar conceptos con originarios qom (se pronuncia ‘com’ – como el ‘punto
com’ de la informática en el idioma qomlactac) y Félix, entre ellos, no tiene
la representación que él dice tener. ¿Cómo es que La
Organización nacional de pueblos indígenas en Argentina (ONPIA) y la Federación
de pueblos y comunidades del Kollasuyo (FEDEKO) no lo acompañan en su lucha?
¿Es el único indígena con dignidad para levantar su voz? No. Se corta solo. Tiene
su proyecto político personal.
Parece
antipático lo que escribo pero no todos los originarios son gente buena. Eso
sería mirarlos con una mirada bucólica, tipo ‘familia Ingalls’ a los que son
iguales a cualquier otra persona del planeta.
Por otro lado, si Félix fuera un guerrero sincero, con
intenciones de recuperar la tierra, no estaría apuntando solamente a los
gobernantes que se cambian cada cuatro años sino a los que les sacaron
verdaderamente las tierras cuyos descendientes son hoy dueños de los medios
invasivos de incomunicación masiva. Sin embargo hace la alianza con los que les
robaron las tierras. Con los Mitre y con los Medios que responden a los
interese de la Sociedad Rural y con los políticos alcahuetes de esos medios.
Félix tiene 55 años. Formosa fue el último territorio nacional en
ser declarado Provincia apenas cinco años antes de que el líder naciera. ¿Cómo
se manejaba antes el territorio, hace apenas 67 años?
No cuenta la estudiosa del CONICET Noemí María Girbal Blacha en uno de sus ensayos: “En abril de 1947, braceros
pilagás, tobas y wichís fueron despedidos sin indemnización del ingenio San
Martín de El Tabacal. Un mes antes habían sido llevados, desde el territorio
nacional de Formosa, con sus pobres enseres, junto a mujeres y niños con la
promesa de que les pagarían seis pesos por día. Una vez en el ingenio,
propiedad del salteño conservador Robustiano Patrón Costas, la promesa no se
respetó y los braceros reclamaron sin éxito ante la justicia. Con hambre y
empobrecidos regresarían a pie a Las Lomitas (Formosa) y se alojarían en el
paraje llamado Rincón Bomba. La Gendarmería Nacional ejerció entonces un férreo
control para desplazarlos a lugares más alejados. Los representantes indígenas
se esforzaron por tener una entrevista con las autoridades nacionales y con el
propio presidente Juan Domingo Perón, o porque este se trasladara al territorio
formoseño para que conociera las miserias por las cuales pasaban en la vida
cotidiana. (…) El presidente de la nación ordenó el envío de alimentos, ropas y
medicinas para los aborígenes, que llegaron a la ciudad de Formosa en
septiembre de ese año y fueron consignados al delegado de la Dirección Nacional
del Aborigen, quien demoró la entrega a los damnificados. Finalmente, la ayuda
llegó, pero diezmada y los alimentos lo hicieron en muy malas condiciones
sanitarias, durante los primeros días de octubre. El consumo de esos productos
desató una intoxicación masiva. Los sobrevivientes ya no fueron bienvenidos y
comenzaron a ser sospechosos. Se hablaba del ‘peligro indio’ y la Gendarmería
Nacional actuó en consecuencia. ‘En los aborígenes (más de 1.000) se notaba la
existencia de gran cantidad de mujeres y niños, quienes portando grandes
retratos de Perón y Evita avanzaban desplegados en dirección nuestra’. En la
tarde del 10 de octubre se inició una feroz matanza, y luego una persecución
para quienes escaparon de ella. Los enfrentamientos se sucedieron hasta el 5 de
noviembre y la población civil acompañó esta persecución. Según reconoció el
comandante mayor (r) Teófilo Ramón Cruz… Más allá de estos sucesos, desde los
comienzos del gobierno de Juan Domingo Perón se advierte una mayor presencia del
Estado nacional en la vida territoriana.”
El porcentaje mayor de tierras que habitaban los originarios,
las tierras útiles, cultivables y de una vegetación adecuada para el modo de
vida de los originarios era y es de miembros que pertenecen a la selecta
Sociedad Rural Argentina.
Cuando Perón insinuó hacer la Reforma Agraria, esto es
expropiar la tierra a los privados sinvergüenzas que heredaron la tierra de mano
o papeles truchos de genocidas, su condición de “General herbívoro” (militar
pacífico) solo le permitió reformar la Constitución en 1949. En el Capítulo IV se declaraba
que la propiedad privada era de función social. Así y todo, no tocando la
propiedad privada, la suprimieron, previo golpe de estado. Lo ideal hubiera
sido la expropiación (recuperación) y reparto de la tierra a quienes la
trabajan y a sus dueños originarios.
Si realmente nos interesan los originarios, no le tendríamos
miedo a la Reforma Agraria que no necesariamente tiene que ser como lo idearan
en otros territorios y en otros tiempos.
¿Algún sensiblero/sensiblera estaría dispuesto a ceder un palmo de tierra a sus verdaderos dueños? Si fuera así, Félix no estaría aprovechando su condición de originario para obtener prebendas de empresarios que siguen aplastando a su pueblo.
No se trata de llanto ni de conmoverse ante situaciones
supuestamente injustas o alevosamente injustas. Si el Estado es responsable, el
empresariado agrario-industrial argentino tiene mil veces más responsabilidad
que el Estado porque son los que tienen la tierra, la vaca, la chancha y los
chanchitos. Es más, son ellos los que inventaron el Estado para servirse de él.
Dada la consumación del hecho, queda por pugnar por una
distribución equitativa de la riqueza que se produce en estas tierras. Los
indígenas no son perros como para que los miremos como proteccionistas de
animales. Son hermanos y hermanas a los que se les ha cercenado la lengua y sus
derechos.
Tampoco es cuestión de meternos en su cultura sin
descalzarnos de las botas de mercaderes del odio porque sería (sigue
siendo) otra masacre.
Una educación igualitaria sería, en principio, lo
prioritario y luego el destierro del racismo para compartir la tierra, las aceptación
de visiones diferentes con respeto recíproco y el destierro definitivo de la
fuerza y de las guerras, esa creación recreativa de los haraganes inescrupulosos
a quienes les resulta más fácil matar al semejante que sembrar la tierra y cultivarse
ellos mismos el espíritu en vez de aprender sobre armas que aniquilan al
distinto.
Juanchi Galeano♪ 5 de setiembre
de 2015
La primera foto que acompaña mi texto es del bloguero chaqueño Adán de Ucea
La segunda foto es de Félix con el dirigente ultraderechista Ricardo Buryaile
http://www.noticiasurbanas.com.ar/noticias/el-cacique-qom-felix-diaz-sonrie-para-la-foto/
Ensayo citado de Noemí María Girbal Blacha:
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