"Estos
amigos, donde si vamos en la búsqueda de una definición clásica de amistad,
concuerdan solo en la parte de que están disponibles para nosotros en todo
momento, son una especie de paraíso emocional. Acaban con la soledad y vienen
en reemplazo del touch & go”. (Verónica
Malamfant)
El libro “Amigos con derecho a roce” (ADR)
de Verónica Malamfant(*), nos lleva a plantearnos nuevos paradigmas en las
relaciones eróticas, en este tiempo en que nada es sólido según el sociólogo
Sygmunt Bauman(**) que escribió, también, otro libro llamado “Amor líquido”;
ensayo separado de su libro-madre “ Modernidad líquida”.
El problema es que siempre que se
plantea un tema, desde el punto de vista sociológico, a los fines de aplicarlo a la vida cotidiana, se debe hacer
un estudio de campo y llegar a alguna conclusión razonable, si la hay.
Porque a la hora de implementarse estas neo modalidades eróticas (hay otras, además de la ADR, como el estilo de vida swinger, el poliamor, etc.) a algunas realidades concretas, al menos a algunas, nos encontramos con que no es posible implementarlas como una normativa general. Con que generan más confusión que libertad.
Escribo “neo modalidades” en cuanto a
que se considera, todavía, el matrimonio o la pareja heterosexual monógama y
fiel, como lo “normal” e incuestionable. Al menos en gran parte de la sociedad
occidental; e hipócritamente.
La estigmatización sigue cayendo sobre
la mujer si es “infiel” o cumple fantasías poligámicas. Es encasillada en la
condición de puta, trola, gato; sin vueltas. Si el hombre es infiel, en cambio,
es un ganador. No se cuestiona la inmadurez masculina (si la hay) para no poder
establecer un vínculo permanente. Estas ¿nuevas? maneras, no deberían hacerse en
un marco de mentira que dañe al otro, a la otra; que no se lo, la envuelva en una
mentira, fingiendo amor. No sé hasta qué
punto, en un marco de verdad plena, es cuestionable. Ni sé si es cuestionable.
Esto de la “normalidad” ya no da para más. ¿Quién es “normal”? Es todo caso es más común ser de tal manera. “Todo es una cuestión de cantidad” suele decir Charly García. Si la mayoría de los humanos no tendría nariz y un brazo, el “anormal” sería el/la que tiene nariz y dos brazos. Simple.
El tema de los ADR, desde el punto de vista de algunos terapeutas psicológicos, no es tampoco tan complejo ya que se trataría de una transición hasta la madurez hasta estar preparados para establecer una pareja estable.
La cuestión de fondo es no perder de
vista ó incorporar, de una vez por todas, las relaciones eróticas y cualquier otra
relación social al contexto político en el que estamos inmersos.
¿Es para cualquier estrato social este tipo de relaciones? Creo que sí. ¿Es para cualquier nivel de instrucción esta práctica? Diría que no. Es necesario un nivel de instrucción medio- alto, intuyo, para poder separar conceptos y sentimientos que se encarnan, si no los subordinamos intelectualmente, en la convivencia erótica y no tanto. Por ejemplo los celos, la posesión, la estabilidad emocional, la soledad, no convertirse en un monoutilitario sexual. Hay otras áreas de la vida que conllevan placer y se complementan con la sexual. Si pontificamos el sexo como única fuente de placer estaremos en problemas.
Esto nos introduce al mundo de la
educación y la igualdad a su acceso. Las netbooks que entrega el gobierno de
Cristina a los qom apuntan a eso. A igualar. Neciamente se le cuestiona que los
qom necesitan otras cosas. Cuando estuve cerca de ese pueblo y una amiga bonaerense
decidió juntar cosas para llevárselas a una comunidad concreta en el Chaco, los
qom pidieron libros de literatura.
No
todos tenemos la libertad para elegir experimentar ciertas búsquedas empíricas
como sociedad mundial globalizada. Sí en lo peor: El placer hedonista de la
compra venta. Eso sí nos está permitido como moral impuesta de este tercer
milenio, que se estanca en cuanto a no igualar en conciencia y avanza en
igualarnos en inconciencia. Cada vez más libertad para tener menos libertad.
Cada vez más simulacros de libertad y menos libertad real.
Estas neo experiencias son como espasmos
¿libertarios? en un mundo en donde agoniza la elección colectiva (recuperar y
generar cultura). La individualidad hasta el paroxismo no es ni genera cultura.
¿Qué paradigmas solidificamos, lo transformamos en cultura global en contraposición a la vigente que es tóxica, letal?
Desde ya que las redes intermitentes nos
dejan en permanente tensión, como un acorde dominante (hablando en código
musical) que necesita caer en el acorde fundamental; o una flecha estirada en
un arco (hablando en términos de arquerismo) que necesita una definición. O
lanzar la flecha o distensionar el arco. No se puede estar permanentemente en
tensión. La tensión, en los seres humanos, termina necesariamente en neurosis y
estrés. Pérdida de energía en la dispersión de los “átomos” afectivos y
psicológicos.
Las estructuras solidas con cierta
flexibilidad serían lo ideal, dentro de parámetros consensuados por la
población de una región en general.
¿Tiene que ver lo erótico con lo político? Claro que sí. Como la cocina, el arte, la literatura, las normas de tránsito, el sueño y los proyectos, entre todas las cosas que conforman la persona. Todas las personas. No estratificadas, no clasificadas ni separadas como expedientes judiciales o clínicos terapéuticos o sociológicos o psicológicos
De eso se trata el ser ciudadanos del
planeta. Si uno es ciudadano es individuo inserto en una sociedad, en una
comunidad. Si uno solo es individuo es un agujero social donde la convivencia y
la inseguridad se filtran y pululan las rejas y las alarmas. Todos y todas
contra todos y todas. No convivo con los demás. Me cuido de los demás. No
quiero el bienestar de los demás; quiero cárceles para el y la diferentes.
¿Se puede retroceder la historia y la vida? La experiencia nos dice que nadie puede cambiar nada de su historia personal y que nadie volvió de la muerte. Lo vivido, vivido está. ¿Porqué entonces podríamos regresar la historia colectiva (volver a los instintivo desafiando la razón), si es la suma de las historias personales?
Solo en los mitos antiguos cristianos,
griegos, egipcios y americanos (de toda América) se acentúan la resurrección,
la vuelta a la vida. Pero esto que debería ser un avance a los fines de renacer
nuevos, se lo utiliza en un contrasentido. El “comamos y bebamos que mañana
moriremos” bíblico judeo cristiano se lo deduce como “comamos y bebamos que,
total, mañana resucitamos”. Hasta donde sabemos, la vida es una sola y hay que
cuidarla. No hay otra chance.
Para adelante, sí. Pero no invocando el regresar a lo primitivo, a lo originario.
A lo mejor recurriendo a lo mejor del pasado; pero no repitiendo.
Entonces la cosa se complejiza aunque no queramos y esto es a lo que los ciudadanos y ciudadanas de estos tiempos escapamos. A la complejización de los problemas para poder solucionarlos o atenuarlos, al menos, socialmente.
Buscamos lo fácil, lo rápido. Yo me salvo solo, sola. Es más
rápido y fácil. Como tirar una hamburguesa chatarra a la plancha y no elaborar
una comida sana.
Es entonces donde los poderosos del márquetin nos toman y nos hacen a su imagen y semejanza. Nos moldean porque estamos en la fragilidad de la arcilla potencial. Quieren libertad “fácil” dicen los estudiosos de la demanda. Pues ofertémoselas, dicen los dueños de nuestras vidas y del planeta.
Creo (no tengo verdades sólidas.
Solamente dudas, preguntas), que tenemos que tener cuidado cuando hablamos de
libertad y decimos vivirla involucrando a otros/as.
No olvidemos que el símbolo del imperio más opresor y asesino que tuvo y tiene la historia planetaria tiene como emblema la estatua de la Libertad hecha en la Francia Revolucionaria declamadora de la libertad, la igualdad y la fraternidad.
Si seguimos caminando sin tabúes y
preguntando y preguntándonos, creo, vamos por el buen camino. Si dejamos de
preguntarnos y nos entregamos solo a los sentidos, me parece, somos presa fácil
del libre mercado, en donde nos hacen mercancía como a los esclavos de siglos
anteriores.
Y a las cadenas nos las hacen pagar a
nosotros mismos, a nosotras mismas; felices de la esclavitud multicolor
calidoscópica que cambia de formas permanentemente mientras la giramos…
Parar no es reprimirnos. Es aclarar la visión de la razón afectiva que nos construye. Me pare_ce.
Juanchi Galeano♪ 15 de julio de 2012
(*) Verónica Malamfant: Nació en Buenos Aires. Desde temprana
edad empezó a trabajar en televisión, radio y medios gráficos. Abandonó la
carrera de abogacía para dedicarse de lleno al estudio del periodismo y la comunicación
social, en la Universidad de Buenos Aires, TEA y la Universidad Kennedy. Su
vocación la llevó a probarse como guionista de televisión. En 2001 tuvo su
primer blog. Y se especializó en la materia: hoy su blog "Las pornógrafas" es uno de
las más Visitados de la Argentina; allí escribe sobre relaciones humanas y
erotismo. Actualmente tiene un programa de radio con la misma temática y
trabaja
como consultora en comunicación creativa digital. Trabajó en México, República Dominicana, Arabia y España. Todas las herramientas y las experiencias de sus viajes la ayudaron para su investigación sobre la nueva manera de relacionarse, y el nuevo fenómeno de los Amigos con Derecho a Roce que la llevó a escribir ADR.
como consultora en comunicación creativa digital. Trabajó en México, República Dominicana, Arabia y España. Todas las herramientas y las experiencias de sus viajes la ayudaron para su investigación sobre la nueva manera de relacionarse, y el nuevo fenómeno de los Amigos con Derecho a Roce que la llevó a escribir ADR.
(**) Zygmunt Bauman (Poznań, Polonia, 1925) es un sociólogo, filósofo y ensayista polaco. Es conocido por acuñar el término, y desarrollar el concepto, de la «modernidad líquida». Junto con el también sociólogo Alain Touraine, Bauman es ganador del Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2010.
Nació en Poznan (Polonia) en una humilde familia judía. Huyendo de los nazis se trasladó a la Unión Soviética para regresar posteriormente a Polonia, donde militó en el Partido Comunista y fue profesor de filosofía y sociología en la Universidad de Varsovia antes de verse obligado a irse de Polonia en 1968 a causa de la política antisemita desarrollada por el gobierno comunista después de los sucesos de marzo de 1968. Posteriormente a su purga de la universidad de Varsovia, ha enseñado sociología en países como Israel, Estados Unidos y Canadá.
Desde 1971 reside en Inglaterra. Es profesor en la Universidad de Leeds de ese país. Y, desde 1990, es profesor emérito. Su obra comienza en los años 50 y se ocupa, entre otras cosas, de cuestiones tales como las clases sociales, el socialismo, el holocausto, la hermenéutica, la modernidad y la posmodernidad, el consumismo, la globalización y la nueva pobreza.
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