"Creo que todos buscamos lo mismono sabemos muy bien que es ni donde estaoímos hablar de la hermana mas hermosa
que se busca y no se puede encontrar.
La conocen los que la perdieron
los que la vieron de cerca, irse muy lejos
y los que la volvieron a encontrar
la conocen los presos,
la libertad"
Andrés Calamaro
Leíste bien, no quise escribir “precios libres”, aunque lo hice intencionalmente porque es lo mismo. ¿votarías PRESOS LIBRES? ¿La libertad de TODOS los presos, creyendo que el “orden natural”, ese orden que hay en el universo, por espontaneidad, en libertad absoluta, los planetas no se chocan, las especies más fuertes sobreviven por evolución y que la humanidad, si la liberamos de todo control, se acomodaría a ese orden de manera que subsistan solamente quienes son aptos para hacerlo?
Es verdad que las cárceles, tal cual existen hoy, deberían cambiar. Aunque en nuestro “sentido común medio” al violador se le desea que en las cárceles se los viole o al asesino se lo asesine con más crueldad que el asesino asesinó. Pero no creo que alguien votaría la abolición, la supresión, la anulación de cualquier ley que regule la conducta humana. Es obvio que el que tiene más fuerza física o económica sometería al más débil. Para eso existe la ley penal y la civil. El Derecho, el Estado de Derecho en los países y entre los países para regirnos dentro de un orden que no nace de la espontaneidad natural sino de la inteligencia humana para evitar abusos. En la práctica pareciera que no funciona, la justicia parece lenta o que no funciona, pero es un estorbo, un obstáculo para los abusos, un símbolo preventivo. Sin leyes todo sería mucho más desastroso.
Pues bien, en Argentina, se va a hacer la primera experiencia mundial en votar una persona que cree que no tiene que haber leyes, que sacando todos los controles a la economía y a las personas todo se tiene que acomodar espontáneamente. Solamente con el MERCADO, con la oferta y la demanda de bienes y servicios. La seguridad, las cárceles, los “cepos”, ¡Afuera! Todo se acomoda según el “orden natural”. Porque la seguridad es un servicio del Estado.
El Estado, la Ley, la Justicia Social, el amor al prójimo, vivir en sociedad con normas de convivencia, molestan. Pero todos esos “cepos” a la libertad absoluta individual, molestan.
Habrá que ver, a partir del 10 de diciembre de 2023, cómo es
volver (si se puede) a 4.000 años atrás, a antes de la Babilonia
de Hammurabi, el que hizo esa ley que dice ojo por ojo, diente por diente,
cientos de años antes de los 10 mandamientos de Moisés para ordenar una comunidad.
A los compañeros policías les
advierto que a sus sueldos los tendrán que arreglar individualmente con el patrón
que los contrate. Chau “familia policial” (no estaría mal) y muchas veces tendrían
que defender diferentes patrones y tirotearse entre ustedes. Lo mismo a los
compañeros militares. No habrá Estados, países, no habrá patrias, así que
tendrán que hacer guerras para señores o señoras que los contraten y no
pelearán por la tradición, ni por la familia, ni su propiedad, sino por la propiedad
y las costumbres del Señor o la Señora que
los contrate. Y matarán ya no por los intereses de la Patria sino por los
antojos del Señor o la Señora que los contraten.
Pensémoslo juntos.
No se trata de imponer criterios
sino de ser sensatos. Todos y todas tenemos seres queridos. No queremos la
destrucción para esperar un orden sin que nadie “mande”.
Lo que tiene que “mandar” es la
convivencia civilizada. Y eso no se logra espontáneamente. Lo reflexiona muy
bien Sigmund Freud en su ensayo “El Malestar en la cultura”.
O, de ahora en más, elegimos seguir
los 4.000 años de evolución a partir a de Hammurabi o retrocedemos a las cavernas.
En el sálvese quien pueda y el que no, que se joda. Eso es Milei, eso es el
anarcocapitalismo. No hago juicio de valor, si eso está bien o mal. Solo pienso
si nos conviene.
Juanchi Galeano ♪